Neo destructor
Hoy os presentamos la historia de Neo, un Jack Russell de 4 meses. Sus dueños Mercè y Juan se pusieron en contacto con nosotros porque Neo se estaba dedicando a destrozar su casa, pero no encontraban una solución para evitarlo. Mercè y Juan trabajan en una oficina, y muchos días al llegar a casa les esperaba una desagradable sorpresa.
Mercè: «A veces incluso me quedaba fuera, con miedo de abrir la puerta, no quería ni saber qué lío me esperaba esta vez al otro lado. ¡Ya hemos reparado muchas cosas en casa y no podemos permitirnos hacer reparaciones cada semana! Se ha comido los marcos de la puerta, las patas de la mesa, las esquinas del sofá, la alfombra… ¡Es que este perro muerde todo cuando se queda solo! Suma y sigue! Tenemos montones de juguetes para él, cuerdas, peluches y pelotas, pero no le interesan, prefiere los muebles…..
También nos preocupa que algún día pueda comer algo que le haga daño y ya hemos tenido que ir al veterinario varias veces porque se había tragado calcetines o trozos de madera. Hemos decidido buscar a una escuela de cachorros porque vemos que solos no vamos a poder resolver esto»
¿Qué ha ocurrido?
Lo más natural es que los cachorros descubran el mundo a través de la boca, igual que hacen los bebés humanos. Lo importante es que los materiales que el cachorro se acostumbra a masticar durante su infancia, le crearán una preferencia de por vida.
Un cachorro acostumbrado a morder las manos, las morderá también en el futuro, ya que se ha convertido en un hábito y ha creado una fuerte preferencia por este tacto.
Si a un cachorro se le permite masticar, por ejemplo, madera o zapatos, esta será su preferencia para siempre a la hora de querer masticar algo.
Como los cachorros parecen monos y pequeñitos, a menudo ocurre que se les permite masticar cosas y materiales que en el futuro se permitirá. Como sus dientes no pueden hacer ningún daño en ese momento, se permite. Cuando el cachorro crece, también lo hacen los dientes y lo que antes parecía inofensivo, empieza a tener consecuencias visuales. Por lo tanto, es importante elegir a qué materiales y cosas tiene acceso el cachorro, para que tenga unas preferencias adecuadas para la edad adulta.
Por otro lado, los terriers son perros con un fuerte instinto cazador y exploratorio, es una raza creada para cazar ratas y zorros. Su naturaleza les manda explorar el ambiente en búsqueda de nuevos estímulos y a morder, masticar, roer….
Aquí estaba la raíz del problema que tenían Mercè y Juan, Neo era un terrier que se comportaba como un terrier: exploraba la casa en busca de potenciales mordedores y elegía los objetos más atractivos desde su perspectiva. En casa tenía juguetes, pero no eran lo suficientemente interesantes, pelotas y cuerdas sirven para jugar con nosotros, solas no son muy atractivas para masticar desde el punto de vista del perro.
¿Qué hicimos?
Neo estuvo en nuestra escuela de cachorros durante 8 semanas. Durante este tiempo logramos reconducir sus preferencias para canalizar su energía y sus dientes.
Mercè y Juan crearon conscientemente un entorno que favoreciera las decisiones correctas. Esto incluía esconder objetos valiosos, como zapatos, cables, etc., y proteger las zonas que no se podían esconder (como los sofás o estanterías con libros) con vallas para bebés. Este paso no solo mejoró los hábitos de destrucción de objetos, sino que también mejoró la relación general entre Neo y sus dueños, que ya no se enfadaban con él, porque los destrozos habían desaparecido.
Además, para trabajar las zonas complicadas, como los sofás o estanterías con libros, permitían que Neo estuviera cerca de ellos solo cuando estaban en la misma habitación.
Sin embargo, no basta con crear el entorno adecuado, ya que la raíz del problema reside en un instinto de caza insatisfecho. Para abordar este problema, Mercè y Juan cambiaron la forma de darle de comer a Neo, le enseñaron a comer de los juguetes interactivos, en cuyo interior ponían su comida, lo que permitía a Neo cada dia canalizar su comportamiento exploratorio hacia la «caza» de comida, porque sacar cada trocito le costaba un esfuerzo.
Ahora Neo estaba más tranquilo al quedarse solo, porque después de intentar sacar la comida de los juguetes durante un buen rato, se quedaba muy satisfecho.
Al final de sus clases en la escuela de cachorros, Mercè y Juan habían aprendido a identificar las necesidades de Neo y, por tanto, sabían cómo satisfacerlas. Gracias a un entorno adecuado, Neo había adquirido nuevos hábitos respetuosos con los muebles y pudieron quitarle definitivamente las barreras para bebés. Mercè y Juan habían establecido una relación sólida con Neo, basada en la confianza y la comprensión, y ya no tenían que preocuparse por dejarlo en casa sin supervisión, porque ya no muerde cosas cuando se queda solo.
3 consejos para lidiar con el cachorro destructor
1. Evita el doble rasero
Las normas que determines para tu cachorro deben ser lo suficientemente sólidas como para que sirvan también para un perro adulto, no las cambies con la edad del perro. Si no quieres que tu perro muerda las manos en el futuro, no debes permitirle jugar con tus manos cuando es cachorro.
2. Dale toda la comida diaria en los juguetes interactivos
Existen muchos juguetes interactivos que resultan muy atractivos porque contienen comida. Los juguetes con comida son un gran sustituto de la caza – de esta forma puede canalizar el comportamiento exploratorio hacia juegos relacionados con la obtención de comida. Dale toda la comida diaria en los juguetes, de esta forma crearás el hábito de buscar estos juguetes cuando tu perro necesita gastar energía o morder algo etc.
Los masticables naturales, así como astas de ciervo o bufalo, nervios de toro o raíz de brezo, por ejemplo, también son una gran manera de canalizar la energía destructora en algo permitido.
3. Puertas para bebés + te vas de aquí si muerdes lo que no debes
Evita tener en tu casa cosas destruibles a una altura a la que tu perro pueda llegar, y las zonas que no puedas proteger de otro modo, puedes mantenerlas seguras con el uso de una puerta para bebés. Esto no significa que nunca puedas dejar que tu cachorro se acerque a las cosas frágiles (por ejemplo, las plantas ), sino que debe estar en esta zona solo contigo. Dale el juguete interactivo o el mordedor natural para masticar en la misma habitación de las plantas, reforzando el mensaje de que, mientras esté cerca de las plantas, lo correcto es masticar un juguete en su lugar. Si empieza a morder el las plantas, inmediatamente sacalo de la zona y deja detrás de la valla del bebe: si muerdes las plantas, te vas a ir de aquí, este es el mensaje que le queremos transmitir.