Historia de Freddy que se hacía pipi a escondidas
En Can is Cool como educadores caninos, a diario nos encontramos con casos como el de Freddy, un cachorro de schnauzer de 5 meses. Sus dueños, Mireia y Stefan, se pusieron en contacto con nosotros como especialistas en la educación de cachorros, para decirnos que, a pesar de que ya llevaban 3 meses juntos, el entrenamiento para hacer pipi fuera de casa no mejoraba.
Mireia y Stefan viven en un piso con parquet, cuando tomaron la decisión de tener un cachorro sabían que el tema “pipis” podía ser un reto y que si no lo hacían bien y rápido, el suelo lo iba a sufrir.
Ambos eran conscientes de que el entrenamiento para ir al baño lleva tiempo y los resultados no se obtienen de la noche a la mañana, pero día a día la situación parecía empeorar.
Mireia: «Realmente queríamos hacerlo bien, leímos muchos blogs y artículos sobre como adiestrar de forma correcta a tu perro e intentamos aplicarlos en la práctica. Hicimos de todo: al verlo haciendo pis en el parquet, le decíamos ¡NO!, en un tono muy serio, metíamos su nariz en pipi, lo llevábamos al empapador y le decíamos “AQUÍ”. Parecía entender que había hecho mal, ya que ponía una cara triste y culpable. Y si a veces lo hacía en el empapador, le dábamos un premio.
Pero pasaba el tiempo y Freddy seguía haciendo pipi en el parquet y después de algunas semanas, ¡incluso empezó a ocultarlo!
Un día notamos un olor fuerte de orina, pero no pudimos encontrarla, y luego Stefan pisó un gran charco, justo detrás del sofá. Freddy empezó a hacer pis a escondidas. A partir de ahí ya perdimos todo el control sobre el tema, cada día había más manchas en el suelo escondidas por toda la casa, el parquet estaba completamente estropeado, la orina estaba impregnada en la madera y no había manera de limpiarla… ¡Y todo el piso olía a pis!
Nos pasábamos horas en la calle paseándole, pero no hacía nada, siempre se esperaba para volver a casa y luego lo hacía a escondidas.
Un fracaso total… Dejamos de invitar gente a casa porque apestaba y no quiero ni pensar lo que nos costará rehacer los suelos.»
¿Qué ha pasado?
Hoy en día hay mucha información online sobre la educación canina, pero en realidad son soluciones de «talla única», y a menudo, están desactualizadas o no respetan la naturaleza del perro. Mireia y Stefan intentaron educar a Freddy a base de tutoriales y tips de internet y se habían perdido en esta jungla de información. Le daban a Freddy señales contradictorias y en consecuencia consiguieron que el perro dejara de entenderlos por completo e incluso empezó a temer hacer pipí delante de ellos.
Nuestra experiencia como educadores caninos nos hemos dado cuenta que los perros aprenden por consecuencias inmediatas de sus acciones: si una conducta trae una consecuencia desagradable (le frotan el hocico en la orina), dejará de hacerla en este contexto (presencia de los propietarios).
Como Mireia y Stefan lo hacían con Freddy al verlo orinar, él aprendió que los dueños no querían verlo haciéndolo y, como resultado, aprendió a ocultarlo. Y funcionó: ¡ya no hubo bronca por hacer pipi! Un aprendizaje muy simple que tuvo serias consecuencias: Freddy no quería hacer pipi en la calle porque allí tendría que hacerlo delante de los propietarios y ya había aprendido que esto le traía bronca…. Por este motivo aguantaba horas en la calle y se esperaba para volver a casa y hacerlo a escondidas.
¿Qué hicimos?
Durante el Programa para Cachorros tuvimos que reestructurar toda la relación entre Freddy y sus propietarios. Freddy aprendió que podía confiar en ellos y que no tenía que esconderse de ellos para hacer pipi.
También le enseñamos la correcta preferencia de superficie a la hora de orinar, porque haciendo pis en casa durante 3 meses, Freddy desarrolló una fuerte preferencia a eliminar solamente en el parquet y en ninguna otra superficie. Al cabo de 2 semanas en el Programa, empezó a hacer algunos pipis en la calle y un mes después se olvidó completamente del parquet y solo orinaba en la calle.
Mireia y Stefan por fin empezaron a comprender a su perro, entendieron cómo Freddy veía el mundo, a ellos mismos, y cómo interpretaba sus acciones. Aprendieron a leer lo que les estaba diciendo y a comunicarse con él, porque los perros hablan canino y nosotros humano y son lenguajes distintos.
Finalmente, los 3 empezaron a disfrutar de su relación basada en la comprensión y la confianza mutua.
3 consejos de valor para enseñar higiene
1. Enseñarle a hacerlo en la calle
Elige un lugar tranquilo como su área de lavabo. Un día que tengas libre, llévalo allí a primera hora de la mañana, ANTES de que haga su primer pipi. Sí, tendrás que madrugar 🙂 Lleva su desayuno y agua y dale de comer allí. Quédate con él por la zona durante toda la mañana: desayuna en una terraza, luego pasea por el parque. No volváis a casa hasta que no haga pipi o caca, y si hace falta, quédate también durante la tarde. Si lo hace, alégrate mucho y prémiale con un trozo de comida excepcional. A partir de ahí empieza a seguir las instrucciones del punto 2.
2. Evitar que lo haga dentro
Si a tu cachorro le gusta aguantar el pis durante los paseos y hacerlo al volver a casa, haz lo siguiente: al volver del paseo no lo sueltes de la correa, o llévalo en brazos por casa durante unos 15-20 minutos. Tienes que impedir físicamente que lo haga dentro. Recuerda: él tiene pis e intentará hacerlo en casa, tienes que tenerlo bajo control. Al cabo de un cuarto de hora sácalo otra vez a la calle, a un lugar tranquilo y quédate allí 5 minutos, sin distraerle, jugar con él ni hablarle. Haz que se aburra. Si hace pipi, alégrate mucho, prémiale y pasea unos 10 minutos más como un premio extra. Si no lo hace, vuelve a casa al cabo de 5 minutos y repite toda la operación.
3. Enseñarle a hacer pipi a la orden
Cada vez que veas a tu cachorro orinando en el lugar correcto, repite una palabra o un sonido tipo: pis-pis-pis o ps-ps-ps-ps.
Tienes que decirlo MIENTRAS esté haciendo pipi, no ANTES/PARA QUE LO HAGA. Cuando termine, prémiale con un trozo de comida excepcional. Repite esta acción durante 2 semanas, al cabo de este tiempo tu cachorro se condicionará y podrás empezar a utilizar esta palabra para provocar que orine.